Me muero de frío

https://blogelciervo.com/

Me muero de frío

Me muero de frío, en Barcelona, no es una expresión para enfatizar sobre bajas temperaturas. Es un relato literal de la muerte de dos personas la noche del 10 al 11 de enero y de a los pocos días la tercera muerte.

Que no distraigan nuestra opinión con la idea de que hay personas que no quieren ir a un albergue. Dos educadores de calle de la Fundación Arrels lo cuentan con claridad y comentan los errores en torno a esta cuestión.

“Error es que el criterio para activar la operación frío sea un grado arriba o abajo de temperatura. O abrir los albergues a las ocho de la tarde, cuando es de noche y los sin techo ya están acostados. Error es pensar que para dormir unas noches en un albergue alguien se alejará del espacio donde tiene sus cartones, de los vecinos que le ayudan, el bar donde puede cargar el móvil o ir al baño, o la tienda que le guarda las mantas”.

Son demasiados años aceptando que la política social de invierno la marca el termómetro. Solo a  determinados pocos grados se ponen en marcha recursos adicionales. Y no ha sido ni siquiera un tributo a esas muertes un cambio de actuación.

Qué debe pasar por la mente de las personas que toman decisiones para aceptar estas muertes y las que vendrán los años venideros. En nuestra querida Barcelona se muere de frío. Y hay que decirlo las veces que haga falta, para que algún día no ocurra. En nuestro entorno de hospitales, hoteles, polideportivos, cuidados intensivos, medicamentos muy caros, depurada tecnología se muere de frío.

La parroquia de Santa Anna, en el kilómetro 0 de Barcelona, aumenta el número de acogidos que dejan la calle. Hay que, también decirlo, para potenciar nuevas iniciativas.

Los educadores de Àmbit Prevenció lanzan un manifiesto de “desacuerdo y malestar sobre cómo se ha gestionado, en la ciudad de Barcelona, la Emergencia Social de la Ola de Frío. No hay  recursos reales para poder ofrecer a las personas en la calle y los que existen, se alejan de sus necesidades”

“La epidemia de COVID  ha ocasionado a las personas que viven en la calle un aislamiento progresivo con el cierre de muchos recursos, han mermado, de manera considerable, su salud física, mental y su estado anímico. Es inaceptable que en un estado de bienestar siga muriendo gente en la calle”.

Barcelona tiene el corazón frío.

Apuntes para un master no reglado de drogas. Bibliografía imprescindible. “La gestión de placeres y daños”

 Rafa Clúa. La gestión de placeres y daños: Estudio etnográfico sobre el consumo de drogas en vía pública, viviendas y salas de consumo higiénico

July 2020
Salud Colectiva 16:e24

Rafa Clúa-García  en su artículo “La gestión de placeres y daños: Estudio etnográfico sobre el consumo de drogas en vía pública, viviendas y salas de consumo higiénico” comenta que “a pesar del despliegue de programas e intervenciones de reducción de daños, los usuarios de drogas continúan manteniendo prácticas de riesgo con consecuencias negativas para la salud y padeciendo discriminación y estigmatización en el marco de las políticas prohibicionistas”.

En él da unas pinceladas de la historia de las salas de consumo en Barcelona y describe las características del consumidor. Mayoritariamente hombres, 80%, lo que da idea de la necesidad de un análisis de los dispositivos de consumo para mujeres, desde las mujeres.

Otro concepto muy importante y que motiva el artículo es, según afirma Rafa, que a pesar de que las evidencias muestran que las salas de consumo pueden contribuir a mejorar la salud y las condiciones sociales de los usuarios, se continúa consumiendo en
espacios clandestinos e insalubres en vía pública y viviendas que son importantes en la ritualización del uso de sustancias, donde se experimentan altos riesgos y daños sociales y de salud.

El autor propone diversas sensaciones en torno al consumo en la calle

  • “Consumir en la calle es sensacional” Sin embargo, según Clúa, los espacios de consumo en vía pública representan los lugares con alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sanguínea (VIH y hepatitis B y C) y sufrir sobredosis o reacciones adversas del consumo de drogas.
  • “Consumir en la calle es peligroso”.

De querer promover un consumo seguro en la calle, las recomendaciones recogidas por el autor serían intentar conseguir “un lugar tranquilo para consumir en compañía y alejados de miradas de vecinos y transeúntes”

Respecto a las sobredosis, se gestionan el consumo de drogas evitando cantidades de sustancia que produzcan sobredosis u otros efectos adversos.

Consumo en viviendas

– Las casas particulares son los espacios menos frecuentados por los usuarios dado que muy bajo porcentaje vive en este tipo de viviendas.

– Las casas okupas son espacios frecuentados por grupos extensos de consumidores, más o menos organizados.

– En los pisos de venta de de drogas, existen diferencias en el tipo de vivienda entre los diferentes barrios estudiados. En el centro de la ciudad de Barcelona, se detectan pisos en condiciones de infravivienda organizados exclusivamente para vender y consumir, donde se reúnen pequeños grupos de consumidores. En barrios periféricos o en el extrarradio de la ciudad, se detectan viviendas en las que se diferencian los espacios para la vida doméstica de los espacios para la venta de drogas. En este tipo de viviendas solo se permite el consumo a usuarios de confianza, sin concentración de grupos extensos.

Cita el autor un informe sobre consumo de drogas en la ciudad de Barcelona, que refiere que el 73% de las muertes por sobredosis suceden en viviendas y el 75% son por consumo de heroína, detectándose una creciente presencia de más de dos sustancias

Buprenofrina prescrito por enfermería

Susanne A Fogger 1Kathleen Lehmann

Recovery Beyond Buprenorphine: Nurse-Led Group Therapy

doi: 10.1097/JAN.0000000000000180.

En este artículo las autoras destacan el alto número de sobredosis por opioides en Estados Unidos, superando las muertes por HIV en la década de los 90.

Dentro de las medidas para hacer frente a estas muertes se ha propuesto desarrollar por  personal de enfermería tratamiento con medicamentos como buprenorfina  y liderar terapias de grupo conducidos por personal de enfermería. Focalizadas en desarrollar hábitos que  van a ser necesarios en el recorrido hacia la disminución o cese de consumo de sustancias adictivas.

Se plantea que buprenorfina sola o asociada con naltrexona crea un estable entorno neuroquímicos en el cerebro del paciente que puede disminuir las ganas de consumir y la sensación de placer relacionada con el consumo de opioides.

Y también destacan que evita tener que a acudir a los mercados ilícitos de opioides, con los riesgos que implican

Una nueva muerte en la calle

En el entorno de la marginalidad, es fuertemente presente el mercado ilegal del trabajo, de la vivienda, de la droga, de la prostitución, pero también la muerte. Por encima de la educación, la norma, la sinceridad está sobrevivir, seguir viviendo y los hábitos y costumbres de la sociedad integrada sirven de poco cuando vida y pertenencias discurren en la calle, sin techo, ni protección.

Cada nueva muerte en la calle nos recuerda que las prioridades a un u otro lado de la línea de la marginalidad no son las mismas. Y que la muerte evitable es el más rotundo fracaso de la acción sanitaria y social y que hay que repudiar la aceptación de una muerte anunciada, si se quiere evitar la siguiente.

Vaciado un pabellón de la Fira de Barcelona para los sinhogar

https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20201009/483948584165/vaciado-pabellon-fira-sinhogar.html

https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20201007/barcelona-cierra-pabellon-fira-montjuic-sin-techo-8144577

Hemos perdido la oportunidad de hacer de la gestión de la epidemia de coronavirus una reflexión sobre solidaridad, más allá de los días más críticos, donde quizás el miedo originaba promesas luego no cumplidas.

“Este es el único lugar para personas sin hogar nacido tras la emergencia del estado de alarma que sigue abierto en toda España, a pesar de que lo hemos financiado solos”, insiste Laura Pérez, teniente de alcalde de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona.

¿Un lugar donde dormir ha de aparecer cuando surge la enfermedad o el frío? ¿Nos tenemos que sentar alrededor de una mesa y repetirnos que no se pueden conseguir los mínimos vitales para todas las personas? ¿Nos lo tienen que recordar buenas personas hasta que nos lo creamos y abandonemos utopías como motor de cambio?

Unos y otros solo vivimos una vida para conseguir logros para unos y otros.

Fuera del sistema

Hay personas que ponen en jaque al sistema. Que parecen no sacar experiencias, que no siguen las normas, difíciles de trato, con comportamientos fuera de las normas. Expulsados de instituciones docentes, sociales, sanitarias. Pero alguien tiene que seguir enseñándoles, atenderles, intentar entenderles. Que esté garantizado este alguien.

Hasta que nos hagan caso

Hasta que nos hagan caso. Título: Rafa Clúa, foto Monica Das Neves. Las palabras se precipitan incansablemente con la lluvia hasta que calen. No más personas en la calle, hayan sido violadas o aún no. Servicios dignos para las personas socialmente deprimidas, consuman drogas o no. Que vayan desde las necesidades básicas a su realización personal. Diseñados por y para ellas. Tengan o no enfermedades físicas o mentales. Salas de consumo las 24 horas. También fuera de Catalunya y Euzkadi. Programas de heroína inyectada. Alternativas a la prisión. El análisis y la revisión de lo que hacemos a diario, a diario nos hace avanzar. Apoya, por encima del castigo. El castigo si no es terapéutico y educativo es un castigo. Empatía, muchas empatía, toda la empatía.

Sobredosi, 10 preguntes i 10 intents de resposta

En col·laboració amb la fotògrafa i psicòloga d’extraordinària sensibilitat Mónica Das Neves https://mdnshots.com/ i coincidint amb el dia Internacional de la sensibilització sobre la sobredosis -30 d’agost- es presenta Sobredosi: 10 preguntes i 10 intents de resposta.

Les sales de consum són una bona alternativa a les morts per reaccions agudes al consum.  No s’entén perquè no tenen un horari complet, sent un lloc segur de consum, punt de trobada i on contribuir a fabricar relacions de confiança, nous plans de futur, potenciar l’auto-estima i la realització personal. Sens dubte, sales de consum, arreu, tots els dies i hores de l’any.

Però no en hi ha prou. Cal el compromís professional de defugir de judicis previs, propiciar serveis dissenyats per les necessitats de les persones i no per la comoditat o excedents de les institucions, tot i sabent que res és fàcil, que hi ha dies i moments molt complexes i que el consum de drogues i el seu entorn no és ni molt menys un camí de roses.

Però res és inamovible i tot ha de ser qüestionable.

Veure tot el projecte

Low Threshold Journal,