Davide Iannello. Sociólogo
Definir lo que son antiguos programas de drogas para poder mejor atender y entender las nuevas demandas no es tarea fácil.
De entrada, se hace preciso movernos entre las varias normas de conducta social de forma multidisciplinaria y empática, para así conocer el sub-mundo y actuar en el interés de la salud pública y específicamente de los consumidores. Hay que garantizar la seguridad de una sustancia frecuentemente adulterada en un entorno de consumo no higiénico, con prejuicios y con profesionales escasamente gratificados que trabajan en un entorno de calle.
Los centros de reducción de daños socio-sanitarios, a lo largo de los años se han ido adaptando, a las inesperadas necesidades que en cada momento se han ido presentando, fabricando oportunidades para las personas atendidas
Pero los recortes presupuestarios de la última década han afectado todo el sistema reducción de daños debilitando la fuerza que tenía el “modelo Barcelona de reducción de daños ”. Los efectos los han vivido tanto los usuarios como los profesionales de tal sistema. El descenso de la utilización de las salas de venopuncion asistida y el desplazamiento hacia las periferias son efectos evidentes de tal fenómeno.
Ha cambiado también y en cierta lógica el perfil de las personas consumidoras y los proyectos no han tenido la misma capacidad de adaptación al cambio. Cambios que si ha sabido reconocer el mercado de las sustancias ilegales que como mercado negro sabe mudarse para atender mejor a sus usuarios. Conscientemente la gente no piensa si la sustancia esta o no adulterada, saben que si pero como que no pueden hacer nada al respecto se basan sobre las experiencias personales y/o de referentes (amigos/compañeros/ etc) para determinar donde es mejor comprar y por consecuencias, dónde hacer el primer consumo después de la compra.
El sistema no ha sabido adaptarse a la movilidad del fenómeno consumo.
La formula de cómo actuar no la tengo, pero sí me atrevería a definir algunas variables que son importantes en el desarrollo de nuevos programas:
Priorizar la relación humana, participación activa de usuarios
Detección interdisciplinar de las necesidades
Concienciar sobre riesgos y medios disponibles para reducirlos
Promocionar recursos socio-sanitarios
Informar de los programas a los que pueden acceder
Mejorar el acceso a poblaciones de difícil contacto
Capacitación y formación/refuerzo de habilidades y dinámicas sociales, comportamientos y uso del tiempo libre
Recopilar información
Educación entre semejantes (intercambio de conocimientos)
Acompañar en un proceso de autoestima y de la calidad de vida.
Observar cómo los recortes de recursos socio sanitario y económicos afectan a los consumidores a la hora de conseguir y consumir las dosis es buena práctica para determinar si es posible que dicha falta influya en la conducta dando lugar a prácticas de mayor riesgo
- a) Reutilización de jeringas y material de inyección entre otras circunstancias.
- b) cambio de la vía de consumo (pasar a vía intravenosa)
- c) Deterioro de las condiciones de vida: alimentación, vivienda, cuidados sanitarios al tener menor dinero y mantener las mismas necesidades de
Para todo ello podríamos servirnos de las teorías del aprendizaje social para desarrollar un trabajo de creación de significados de las actividades humanas, para poder desarrollar un trabajo de prevención de consumo de sustancias. Necesitamos también de las herramientas de la perspectiva etno-metodologica para investigar los procesos gracias al cual los seres humanos interaccionan, es decir sobre: las modalidades de intercambio de los conocimientos para así poder detectar problemáticas o necesidades y adaptar las intervenciones.