Recursos residenciales en las zonas altas

Los albergues para personas sin techo pueden tener buena indicación en las zonas altas de las ciudades. Sus calles suelen estar más limpias, con lo que hay menos mimetismo para ensuciar. Los vecinos pueden tener  sorpresa naive en el desconocimiento de esas personas diferentes.

Las clases altas han refrendado eslogans de querer acoger  y se reparten al 50% entre la caridad y la justicia social. Por lo que pueden tener mala conciencia ante un rechazo demasiado brusco.

No les gustan los violentos, agresivos, de bates de beisbol por lo que las personas sin techo pueden ir teniendo una progresiva permeabilidad y encontrar ayudas ocasionales una vez que salen de las instituciones.

En España hay 9.050 fundaciones activas y unas 29.000 asociaciones sociales. Estas asociaciones en las zonas acomodadas pueden tener más recursos y más capacidad para acoger a personas, sin techo pero con mucho tiempo libre.

Probablemente exista un principio de no inferioridad. No funcionarán peor estos recursos que en barrios más desestructurados con plétora de personas viviendo en la calle.