Menores no acompañados: modificaciones en la Ley de Extranjería

https://www.lavanguardia.com/vida/20211019/7801414/gobierno-reforma-ley-agilizar-integracion-menas.html

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería que facilitará la concesión de permisos de residencia y trabajo a los menores extranjeros no acompañados y a los inmigrantes extutelados cuando cumplan 18 años. Se trata de evitar que caigan en la ilegalidad.

https://elpais.com/espana/2021-10-18/el-gobierno-aprobara-este-martes-el-reglamento-para-facilitar-papeles-a-jovenes-extranjeros.html

Entre las modificaciones más relevantes se encuentra la reducción del plazo a partir del cual se comienza a documentar a los más pequeños, que pasará de los nueve meses actuales a tres.

Otro cambio importante afecta a los que cumplen 18 años y quedan fuera del sistema de protección. Este colectivo necesita demostrar ingresos de entre 500 y 2.000 euros para poder obtener o renovar su residencia y cuando la obtienen no se les permite trabajar. La nueva norma reduce los requisitos económicos a menos de 500 euros que pueden provenir además de ayudas sociales o que no son necesarios si hay una organización que se hace cargo del joven. Las nuevas autorizaciones además sí permitirán trabajar. La iniciativa beneficiará a unos 8.000 menores y entre 7.000 y 8.000 jóvenes hasta 23 años, según los cálculos de Migraciones.

https://elpais.com/espana/2021-10-19/el-gobierno-aprueba-el-reglamento-para-facilitar-papeles-a-jovenes-extranjeros.html

La modificación ha estado apoyada por decenas de ONG que trabajan con la infancia migrante, empresarios y comunidades autónomas, que invierten en la formación de los menores extranjeros tutelados, pero ven cómo la normativa actual les impedía vivir y trabajar de forma legal.

Migraciones señala cómo de forma general el sistema de protección en otros países europeos está vinculado a la formación de los menores y a su actividad laboral desde los 16 años. “No se exigen determinados recursos económicos, como en España”, mantienen. “Es más, algunos países como Francia y Alemania garantizan prestaciones económicas hasta los 21 y 27 años, respectivamente”, explican las mismas fuentes.

Uno de los cambios clave es ampliar el plazo de validez de las autorizaciones de uno a dos años, una medida que da más estabilidad a los chavales y descarga de trabajo a la Administración. La situación es distinta en Italia, por ejemplo, donde se expide una autorización de residencia que los menores no tienen que renovar hasta los 18 años y que les permite trabajar a partir de los 16. Al llegar a la mayoría de edad su autorización se transforma en un permiso de residencia con fines de estudios, de trabajo, de búsqueda de empleo o por tratamiento médico. En Alemania la primera autorización se extiende tres años, prorrogable a otros dos.

Los cambios más sustanciales

Plazos para tramitar la primera residencia. Será de un máximo de tres meses frente a los nueve anteriores.

Renovaciones. Tanto para menores como mayores de edad eran necesarias cada año. Ahora tendrán una validez de al menos dos años prorrogables.

Requisitos para la residencia y el trabajo. Antes, un joven extutelado que debía renovar su autorización de residencia debía acreditar más de 2.000 euros de ingresos propios mensuales que no podían provenir de ninguna ayuda social. El permiso que obtenían no permitía trabajar. Para emplearse necesitaban aportar un contrato de un año. Ahora, los medios económicos necesarios no superan los 500 euros, que pueden complementarse con ayudas. No será necesario demostrarlos si el joven está a cargo de alguna entidad pública o privada. El trámite permite vivir y trabajar de forma regular.

Agilidad. Los procedimientos serán telemáticos y se elimina la exigencia de un acta notarial ante el consulado para la identificación del menor, un trámite que en la práctica bloquea miles de autorizaciones. Ahora se sustituye por un informe de la entidad competente de la comunidad autónoma.

 https://www.social.cat/noticia/15439/el-consell-de-ministres-aprova-la-reforma-de-la-llei-destrangeria-per-afavorir-la-integrac

El castigo

INTRODUCCIÓN

Los programas estables de proximidad, frente a unidades móviles, en la atención de consumidores de drogas aparecieron en Barcelona en 1993, de la mano de Miguel de Andrés según el modelo de Anne Mino en Ginebra (1) en forma del SAPS Creu Roja Barcelona. Las limitaciones que se propusieron en los centros fueron tres fundamentalmente: no tráfico de sustancias, no consumo y no violencia, ni con personas ni con material del centro.

El castigo es inusual en la práctica sanitaria y pocas veces implica un cese en el tratamiento.

En la asistencia a personas consumidoras de sustancias no prescritas predominan hábitos de la atención social y educativa, mientras que la asistencia sanitaria prioriza la salud de las personas frente aspectos educativos.

En buena parte el tema de castigar o no (2) (3) deriva de las normas. Cuanto más y más estrictas son, mayor número de castigos implican.

Normas y castigos se dan por aceptadas en muchos de los servicios de atención a consumidores de drogas, sin que se replanteen periódicamente su actualidad y conveniencia (4). Mientras que la propuesta es que hay que apoyar más y castigar menos (5). Cuando las normas no se cumplen aparecen las sanciones, a menudo, expulsiones.

En este estudio se recaba la opinión de profesionales de la atención sanitaria, social y educativa, con el ánimo de que propiciar la reflexión, pueda mejorar la asistencia (6-11).

MATERIAL Y MÉTODOS

Se ha recogido la opinión de profesionales de la asistencia general. En dos apartados: qué supone apoyar y qué implica el castigo. Se pregunta sobre cómo se accede a un entorno de apoyo no de castigo, sobre la entidad de las normas y su revisión periódica.

Se envían las respuestas, de nuevo, a todo el grupo para llegar a unas consideraciones finales.

 

RESULTADOS    

Apoya

Respeto y estima

Es preciso respetar el momento vital en el que se encuentran los consumidores de drogas y las decisiones que toman. Se ha de  poner el foco en la persona, en sus habilidades, necesidades. Dignificar a la persona, con el fin de ofrecer espacios para compartir, dejando de poner el foco en las drogas, para ponerlo en las personas y sus vivencias. Fomentar la propia estima.

Evitar juicios previos. No enjuiciar ni criminalizar el uso de las drogas, ni las decisiones que toma sobre sus vidas. Promover acciones que aporten soluciones efectivas.

Huir de las políticas que interpretan el consumo de las drogas como algo ilícito que se debe sancionar o castigar, sin tener en cuenta la situación de la persona que usa drogas y sus consecuencias. Estas políticas se filtran en las acciones, creando un “ellos” y un “nosotros” y, en muchas ocasiones, aplicando estrategias sociales sancionadoras. Hay que evitar la idea de que los servicios son dueños de la moral y la ética más objetiva.

En ocasiones se castiga el no cumplimiento de los horarios, la no adherencia, la no participación en actividades.

Evitar la asimetría que se da entre profesional y atendido, en ocasiones con infantilización. A veces se proponen castigos y chantajes a cambio de pequeños cambios.

Hay que trabajar a partir de la información y el consenso. Hay  que evitar castigar pequeñas transgresiones o desobediencias. En el régimen de normas se puede perder intimidad y voluntad, olvidando al principal actor. Hay castigos verbales, físico, de aislamiento/expulsión. Hay que escuchar y personalizar. No todo vale para todo el mundo.

Las normas. El equipo de no punto final.

Es conveniente revisar las normas, actualizarlas y no considerarlas inamovibles

Es necesario que las normas sean conocidas y debatidas con las persona atendidas.

Potenciar las sanciones express, que implican cesar la asistencia solamente un día, -hasta el día siguiente- creando un distanciamiento que puede ser tranquilizador y da perspectiva.

Sanciones´más largas, debatidas, en equipo. El análisis de las sanciones es un buen elemento de la calidad de la atención

Centrar la actuación en casos de violencia extrema. En caso de robos u otras acciones cotidianas en el modo de vida de los usuarios, acompañar la intervención con acciones educativas.

Las sanciones desde leves a muy graves deben tener un efecto educativo.

Si la sanción es la expulsión, implica un cese de asistencia, que debe seguir permitiendo el contacto. Cabe plantear un equipo de no punto final. Un equipo que actúa en un entorno menos comprometido, seguir siendo atendido en la calle, fuera del lugar donde se ha cometido la transgresión. Que exista un cambio de asistencia, pero no una no asistencia. Seguir manteniendo el contacto telefónico –potenciar que los usuarios accedan a móviles- mientras dure la sanción.

DISCUSIÓN

Una sociedad inclusiva es aquella capaz de mirar a todos los ciudadanos y ciudadanas, entenderlas, comprenderlas y darles apoyo en las diferentes realidades que viven. Bajo esta perspectiva, respetar las decisiones que tomen, sin que haya prejuicios.

Las políticas interpretan el consumo de las drogas como algo ilícito que se debe sancionar o castigar, sin tener en cuenta la situación de la persona que usa drogas y sus consecuencias.

Hablamos de poner el foco en la persona, en sus necesidades, sin criminalizar el uso que hace hacia las drogas y sin juzgar las decisiones que toma sobre su vida. Nuestra tarea requiere una actitud crítica, abrir la capacidad de respetar y dignificar a la persona, con el fin de ofrecer espacios para compartir, dejando de hablar de drogas para hablar de personas. Dejando de poner el foco en las drogas, para ponerlo en las personas y sus vivencias.

Se plantea lograr el cumplimiento de las normas mediante la explicación de las mismas, directamente a las personas o mediante las asambleas de usuarios y profesionales. Propiciando un entorno no punitivo (3).

Pocas veces se plantean alternativas del tipo de realización de tareas comunitarias. Se ha planteado en situaciones de dañar materiales, pero a menudo es difícil proponer un cumplimiento del calendario de tareas alternativas.

Tradicionalmente se propone que las sanciones y expulsiones no se adjudiquen en caliente. Que se proponga que la persona sancionada abandone el centro y que posteriormente, tras la reunión de equipo, se le comunicará al alcance de la sanción.

También recordar que la sanción no debe impedir completamente una tarea terapéutica o sanitaria. Se debe seguir manteniendo la relación, por otros medios y en otros ámbitos. Ni que sea atención en la calle. Especialmente una sanción larga puede impedir la continuidad de un tratamiento.

No puede ocurrir que una persona sea expulsada de todas los servicios asistenciales de su zona de acceso. Esta expresión “expulsado de todos los servicios, de todos los centros” debería desencadenar una situación de alarma que llevara a un estamento por encima de los centros y analizar la situación de esa persona para detectar y prevenir daños en esa misma persona u otras.

Debería haber un grupo de bajo umbral que mantuviera el contacto con esa persona en cualquier caso. De la misma manera que siempre una persona acusada tiene derecho a un abogado, un paciente a un médico, una persona expulsada de la red sanitaria-social debería tener algún equipo que mantuviera el contacto.

Bibliografía 

  1. Mino A. [New drug policies: the Geneva example]. Psychiatr Enfant [Internet]. 1994 [citado 5 de septiembre de 2021];37(2):577-99. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/7878141/
  2. G C, T E. To Punish or Not to Punish-That Is the Question. Int J Offender Ther Comp Criminol [Internet]. 1 de febrero de 2017 [citado 4 de septiembre de 2021];61(3):347-67. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26155797/
  3. Kim JW, Morgan E, Nyhan B. Treatment versus punishment: Understanding racial inequalities in drug policy. J Health Polit Policy Law. 1 de abril de 2020;45(2):177-209.
  4. Molho C, Tybur JM, Van Lange PAM, Balliet D. Direct and indirect punishment of norm violations in daily life. Nat Commun. 1 de diciembre de 2020;11(1).
  5. Home – Support. Don’t Punish [Internet]. [citado 4 de septiembre de 2021]. Disponible en: https://supportdontpunish.org/
  6. Duncan T, Sebar B, Lee J, Duff C. Social & Cultural Geography Mapping the spatial and affective composition of care in a drug consumption room in Germany. 2019 [cited 2021 Jan 30]; Available from: https://doi.org/10.1080/14649365.2019.1610487
  7. McNeil R, Small W. “Safer environment interventions”: A qualitative synthesis of the experiences and perceptions of people who inject drugs [Internet]. Vol. 106, Social Science and Medicine. Elsevier Ltd; 2014 [cited 2021 Jun 10]. p. 151–8. Available from: /pmc/articles/PMC4133147/
  8. Petersson FJM. Excusing exclusion: Accounting for rule-breaking and sanctions in a Swedish methadone clinic. Int J Drug Policy. 2013;24(6).
  9. Duncan T, Sebar B, Lee J, Duff C. Social & Cultural Geography Mapping the spatial and affective composition of care in a drug consumption room in Germany. 2019 [cited 2021 Jan 30]; Available from: https://doi.org/10.1080/14649365.2019.1610487
  10. McNeil R, Small W. “Safer environment interventions”: A qualitative synthesis of the experiences and perceptions of people who inject drugs [Internet]. Vol. 106, Social Science and Medicine. Elsevier Ltd; 2014 [cited 2021 Jun 10]. p. 151–8. Available from: /pmc/articles/PMC4133147/
  11. Clua García R. ¡Apúntame a la sala! Epidemiología sociocultural del consumo de drogas y evaluación de las políticas de reducción de daños en las salas de consumo higiénico de Barcelona. TDX (Tesis Dr en Xarxa) [Internet]. 2016 [citado 5 de septiembre de 2021];468. Disponible en: http://www.tesisenred.net/handle/10803/392671

 

Bibliotecas, recursos sociales

Si le piden dinero por la calle, dé. Es alto el riesgo de pasar hambre, en la actualidad en nuestras ciudades. Pero facilite, también, conseguir el carnet de biblioteca.

En el recomendable libro “El manifiesto de los cuidados. La política de la interdependencia” se cita el importante papel de las bibliotecas como espacios públicos compartidos.

Sin DNI se puede estar a cubierto, frente a la lluvia, frío y calor consultar revistas, periódicos y libros. Compartir estancias con personas de diversa procedencia, socializar. Hablar de cosas bien diferentes de las conversaciones de la calle, en el suelo o en un escalón.

Con DNI se puede acceder a préstamos de material y a ordenadores. En la calle hay que garantizar el acceso a móviles y ordenadores. Móviles para contactar y ser contactado, huír del silencio en medio de la ciudad, que se recuerden citas y visitas y pedir ayuda ante el peligro o la desesperación.

Ordenadores, acceso a internet puede facilitar trámites, buscar una habitación, una dirección, un familiar y adentrarse en la alfabetización informática.

En las bibliotecas se realizan muchas actividades y el personal sensibilizado, con certeza podrá plantear sesiones al alcance de personas que están en la calle. Son puertas a la cultura, a los sueños, a la evasión.

Congreso Socidrogalcohol. Barcelona, 21-23 de octubre 2021

La Sociedad Socidrogalcohol aborda numerosos temas dentro de las dependencias y el Congreso de la Sociedad es buena muestra de ello. Se han de repartir espacios, tiempos e intereses entre muchas especialidades y preocupaciones sociales.

Temas y ponencias responden a esta diversidad, pero suele ser interesante seguir las aportaciones libres para seguir el pulso -algo del pulso- de lo que ocurre en la calle.

Atractivo el título repensar la reducción de riesgos. Repensar es un clásico de este ámbito, aunque no siempre se acompaña de cambios más allá del propósito.

Sugestiva el análisis de las adicciones en el último medio siglo que puede servir de pista de despegue de lo que puede ocurrir en los 50 años siguientes.

Importante el abordaje de la hepatitis C entre los drogodependientes. El mensaje más importante es que se ha desarrollado con notable normalidad.

Y temás que quizás aparecerán en conversacones informales, comunicaciones orales, las nuevas sustancias, el paso a sustancias inhaladas, los centros residenciales post-covid, las nuevas normas en los centros, los ingresos para desintoxicación, la influencia de los problemas sociales en las personas con dependencias, la salud mental.

Recursos residenciales en las zonas altas

Los albergues para personas sin techo pueden tener buena indicación en las zonas altas de las ciudades. Sus calles suelen estar más limpias, con lo que hay menos mimetismo para ensuciar. Los vecinos pueden tener  sorpresa naive en el desconocimiento de esas personas diferentes.

Las clases altas han refrendado eslogans de querer acoger  y se reparten al 50% entre la caridad y la justicia social. Por lo que pueden tener mala conciencia ante un rechazo demasiado brusco.

No les gustan los violentos, agresivos, de bates de beisbol por lo que las personas sin techo pueden ir teniendo una progresiva permeabilidad y encontrar ayudas ocasionales una vez que salen de las instituciones.

En España hay 9.050 fundaciones activas y unas 29.000 asociaciones sociales. Estas asociaciones en las zonas acomodadas pueden tener más recursos y más capacidad para acoger a personas, sin techo pero con mucho tiempo libre.

Probablemente exista un principio de no inferioridad. No funcionarán peor estos recursos que en barrios más desestructurados con plétora de personas viviendo en la calle.