En la actualidad, y en la práctica clínica no contamos con la cuantificación de la carga viral de COVID-19.
Por ello es interesante un estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, que informa de que la carga viral salival de SARS-CoV-2 fue más alta en pacientes durante la primera semana después del inicio de los síntomas y disminuyó con el tiempo.
Lo que podría explicar la naturaleza de rápida propagación de esta epidemia. Este hallazgo enfatiza la importancia del estricto control de infecciones y el uso temprano de potentes agentes antivirales, solos o en combinación, para individuos de alto riesgo que podría contribuir a frenar la difusión.